miércoles, 19 de marzo de 2008

Consultar antes de rechazar

Lamentablemente los hijos de Dios nos hemos perdido de innumerables bendiciones de parte de nuestro Padre Celestial por desconocerlas o acostumbrarnos a un sólo mover de Dios. Esto se debe a que el hombre por naturaleza le teme a lo desconocido, frente a lo cual siempre tiende a reaccionar con el rechazo. Un ejemplo de esto es el de Israel, nación escogida para traer la revelación de Dios al hombre, pero que por no conocer el sustento de su Ley no conoció el tiempo de su visitación y terminó rechazando al Dios que servía. Esto, porque Jesús enseñaba más que ritos, el Espíritu de la Ley; aquello que los religiosos de la época desconocían, y que por lo tanto derivó en el rechazo de su propio Dios encarnado.

Hoy por hoy, Dios está trayendo un mover nuevo a la Iglesia del Señor, la última reforma antes de la parousía (rapto), pero muchos se están quedando fuera por rechazar dicho mover sólo por desconocerlo. Muchos hijos del Reino están atacando abierta y férreamente la restauración de los ministerios apostólico y profético, sin saber que este evento aparece en las páginas de las Sagradas Escirutras, cumpliendo lo que se dice en Mateo 22:29:

"Entonces respondiendo Jesús, les dijo: Erráis, ignorando las Escrituras y el poder de Dios".

Por lo cual le recomiendo que pida consejo con su discipulador antes de rechazar algo que dice ser de Dios. Ahora, si su discipulador le dice que tal o cual es falsa doctrina, y algo dentro de usted le sigue inquietando junto con que la respuesta de su maestro no lo convenció, entonces consulte directamente con el Espíritu Santo y abrase a cualquier respuesta que él le de; no sea que su discipulador sea el que esté equivocado. Por ejemplo, mi pastor me comentó que un hermano, en una visita creo que a EE.UU., le dijo que no había querido recibir nada de Dios hasta que llegara la fecha del "encuentro" (evento especial de los G-12). Durante mucho tiempo el Señor trató de bendecir la vida de este hermano, mas él no lo dejaba porque le habían enseñado que la primera manifestacuión del Espíritu para ministrarle (obviamente después de la salvación) era en tal evento; cosa que es totalmente errada.

Asimismo, si su discipulador reniega tenazmente contra la reforma apostolico-profética pero algo en su interior le dice que esto sí es de Dios, pese a que parece que todas las pruebas bíblicas están en su contra, busque la dirección del Espíritu Santo porque ciertamente es su discipulador el que está totalmente equivocado. No sea que usted también se pierda algo glorioso del Espíritu que nunca antes ha experimentado, al igual que nuestro amigo de EE.UU.; recuerde:

"Y les decía una parábola: ¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán ambos en el hoyo?" (Lc. 6:39)

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